¿Quiénes somos?
Carme Picas, de Gombrèn, y Xavier Gubau, de Girona, son cocineros. Carmen empezó a cocinar de pequeña los fines de semana en el Santuario de Montgrony, junto a su casa. Más adelante llegó al Rincón del Francés, el restaurante que los médicos Agustí montaron para que se estableciera un virtuoso francés en Can Nerol, de Ripoll, que se convirtió en su primer maestro. Aquel aprendizaje le animó a acceder, de mayor, a la Escuela de Hostelería de Girona e, incluso, a empezar la carrera de Historia. Pero su vida es la cocina. Y después de haber estado dos años en La Llar de Roses, junto a Joan Viñas, se fue a trabajar a El Celler de Can Roca y, más tarde, en 1991, hizo la temporada en El Bulli, con Ferran Adrià. Vuelve a El Celler de Can Roca y, en 1992, Joan Roca y el señor Vicent Andreu le propusieron ser profesora de técnicas de cocina en la Escuela de Hostelería, donde hoy todavía ejerce. Xavier ha sido cocinero en la Roca Petita de Riudellots de la Selva; en Sa Punta de Pals; en Can Roca y en la Bodega de Can Roca de Girona, y en La Riera de Sant Martí Vell. Hoy es sumiller y especialista en todo el servicio de bebidas, y el encargado de la logística del grupo.
Nuestra filosofía
Nuestra filosofía se basa en dos premisas: la temporalidad de las materias primas y los productores. Tampoco es atrevido decir que hacemos una cocina de Mar y Montaña.
Amamos, buscamos y servimos productos frescos y de temporada, porque solo cuando son en el momento óptimo de maduración, se les puede extraer todo su espíritu y fijarlo en nuestras recetas.
Una de nuestras grandes especialidades son las mermeladas; nuestras producciones son limitadas porque solo las elaboramos cuando hay de esa fruta y se encuentra en su sazón. También nos gusta conocer a los productores y procuramos establecer una relación con la mayoría, porque nuestro origen está en labrador y tenemos muy presente qué significa dedicarse a la agricultura ya la ganadería. Y nos gusta que los agricultores sean del lado de casa y que sean amigos nuestros.
Tenemos una debilidad por los grandes quesos de leche cruda, de pastor con rebaño propio. Y los elegimos porque son buenos y porque nos gustan. Como los vinos: nos gusta que transmitan el esfuerzo y las vivencias del productor.
Queremos conocer la trazabilidad, velamos la sostenibilidad y la responsabilidad, pero no queremos etiquetar, ya que la calidad es lo que más nos importa. Y cuanto más cerca mejor.
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